Jugando con el microscopio electrónico este fin de semana, me he encontrado en una flor de romero un pequeño insecto muy peculiar, que aunque aparentemente infensivo y que se marca unos bailes que ni Beyoncé, puede traer de cabeza a más de un agricultor.
Este pequeño insecto aparentemente indistinguible entre Frankliniella occidentalis o Thrips tabaci, puede convertirse en una plaga clave en algunos cultivos. Pueden causar daños por picaduras nutricionales, daños por puesta de huevos practicando una incisión en el tejido vegetal, o puede ser un importante vector de virus (como el virus del bronceado del tomate).
La lucha química es ineficaz contra este bichito, ya que su pequeño tamaño de 1 a 6mm le permite ocultarse en partes de la planta que no son accesibles a los insecticidas.
El control de los Trips pasa por medidas culturales, medidas preventivas (ejemplo mantener limpiode malas hierbas los márgenes de los cultivos) y sobre todo y lo que mejor resultado está dando es el control biológico basada en la acción de depredadores como los ácaros fitoseidos y los antocóridos.
El Trips de la foto, está al lado de un pistilo de una flor de romero. Si nos fijamos mide 0.8mm, muy dificil de ver con el ojo humano.
Un saludo amiguetes.
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