Muchas veces, se ponen de moda remedios naturales, de plantas totalmente exóticas o desconocidas para una gran mayoría e ignoramos el potencial de las plantas que tenemos a nuestro alrededor, fácilmente disponibles y al alcance de cualquiera, y que sistemáticamente se olvidan debido a la creencia humana de que lo gratis y sencillo no es eficaz.
Pues bien, hoy quiero hablar de un árbol universalmente conocido en todo el mundo: El Olivo (Olea europaea L.).
Es de sobra conocido y suficientemente demostrado por la comunidad científica, las propiedades beneficiosas tanto de su fruto, la oliva, como del jugo obtenido de él, el aceite de oliva, el cual no voy a entrar en detalle.
Pero hay una parte del olivo que es desconocida por una inmensa mayoría, y que es infrautilizada a pesar de sus innumerables beneficios. La parte del olivo que hablo es la HOJA.
Si, como lo leéis, la hoja. No son pocos los lugares, culturas, pueblos del medio oriente, etc.. donde desde hace más de 5.000 años se toma habitualmente el TÉ DE HOJA DE OLIVO o TE ACEITUNO.
LAS HOJAS DE OLIVO SE UTILIZAN PARA:
- El uso más habitual y extendido es su uso contra la hipertensión, reduciendo la presión arterial y dilatando las arterias coronarias que rodean al corazón.
- Ayuda a bajar el colesterol malo
- Contra el estreñimiento, como laxante, favoreciendo la secreción de la vesícula biliar.
- Emplastos con antiinflamatorio y antienvejecimiento de la piel.
- Febrífugo.
Las hojas del olivo tienen alto poder antibacteriano, antiviral y con efectos antioxidantes. El té, tradicionalmente se ha utilizado para procesos febriles, incluida la malaria y el sistema cardiovascular, aunque ahora se estudian extractos para combatir el envejecimiento de la piel.
La acción hipotensora suave de las hojas de olivo, se debe a un iridoide, el oleuropeósido, glucósido con función éster que actúa sobre la musculatura lisa. Por otra parte se ha demostrado que es asimismo, coronariodilatador, antiarrítmico y espasmolítico.
Sustancias como la oleuropeína que actúan contra el colesterol malo o LDL.
Distintos componentes fenólicos le confieren su alta actividad antioxidante. Entre ellos de encuentran la oleuropeína, rutina, luteolina, hidroxitirosol. Este último es el polifenol responsable de su alta capacidad antioxidante, 10 veces superior a la de la vitamina C y el doble de la vitamina E o coenzima Q10.
TE DE HOJAS DE OLIVO O TE ACEITUNO
Aunque las hojas son amargas y astringentes, el té de olivo tiene un sabor peculiar y agradable, que si lo acompañamos con un poco de miel, se convertirá en un habitual en la sobremesa.
Los ingredientes para prepararlo son:
- Un puñado de hojas de olivo (si pueden ser de la base mejor)
- Agua
- Miel (opcional).
Es fácil y sencillo, se hierve el agua, se añaden las hojas y se deja hervir durante 10-15 minutos, luego se deja reposar durante otros 15 minutos (debido a que las hojas del olivo son coriáceas y necesitan de tiempo para extraer todos sus componentes). Después lo colaremos.
Si queremos endulzarlo podemos añadir un poquito de miel.
También podemos beberlo frío, refrigerando lo que sobra en la nevera
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